5 señales de que es necesario reemplazar la encimera de su cocina

Manchas persistentes

Las manchas que no desaparecen

Las manchas que no desaparecen son uno de los signos más evidentes de que es hora de reemplazar la encimera de tu cocina. Si el 60% o más de la superficie está manchada o las manchas fueron hace más de tres meses, es probable que el material ya no sea capaz de resistir la absorción de líquidos y otros contaminantes. Un ejemplo común es el derrame de vino tinto: aunque se limpie inmediatamente después, dejará una sombra permanente en una superficie de mármol o granito poroso.

Desgaste por uso y rayones

El desgaste diario puede deteriorar significativamente las superficies de la cocina, en especial cuando se cocina con regularidad. Las encimeras de laminado o madera podrán ser rayadas y recortadas, lo cual no solo es antiestético sino también insalubre, ya que las bacterias y la mugre crecerán en estos cortes. Si, en cuanto a tu encimera, un rasca más del 50% de ella está recortada o rayada, no hay duda: es hora de reemplazarla.

Cambios en la textura y decoloración

La falta de brillo y las áreas más ásperas pueden no ser tan obvias como los rayones, pero también son dignas de mención. En cuanto a la encimera menos brillante, puede ser que se esté tiñendo en lugar de perder su color. La mayoría del cambio de color afecta las áreas más expuestas a la luz solar en las encimeras de piedra natural. Si más del 30% de su encimera presenta cambios de este tipo, quizás quieras considerar un reemplazo.

Daños estructurales

Por supuesto, los daños estructurales como las grietas o las secciones que faltan también son un claro indicador de que es hora de reemplazar tu encimera. Al hacerlo, es importante recordar que, por lo general, no solo empeoran la estética de la superficie sino que también la hacen insegura para la cocina. Por ejemplo, las investigaciones demuestran que el 70% de las encimeras con daños estructurales mayores de cinco años de antigüedad. Si tu encimera tiene varias secciones cortadas por grietas o faltantes de las esquinas y los bordes, tendrás que comenzar a planificar un cambio.

Grietas y quemaduras

Una de las señales más claras de que debes cambiar tu encimera es la presencia de grietas significativas. Si más del 40% de la superficie de tu encimera tiene grietas, esto es una clara señal de que tu material ha perdido su integridad estructural. Dado que en muchas cocinas se cargan objetos pesados como ollas o utensilios grandes, las grietas pueden ser un signo de que una encimera no puede soportar el uso regular sin agrietarse aún más.

Efectos de las quemaduras en la funcionalidad

Las quemaduras también pueden ser consideradas un problema grave, especialmente dado que muchas encimeras están hechas de materiales como el laminado, que no es resistente al calor. Un ejemplo típico es cuando se coloca un plato caliente directamente en la superficie de la encimera sin un portaplato y la marca queda para siempre. Si hay más de cinco resultados de éstos a lo largo de la encimera, el problema estético también puede ser una preocupación de higiene, ya que las áreas quemadas puede ser más difíciles de limpiar y más proclives a los gérmenes.

Efectos de las grietas y quemaduras en la estética

Además de los problemas funcionales, las grietas y quemaduras también dañan el aspecto de tu cocina. Una encimera que una vez fue impecable en su condición y está marcada ahora puede realizar su valor estético para toda la cocina. De hecho, una encuesta reciente descubrió que el 85% de los compradores de viviendas citaron la condición de la cocina como un factor clave de toma de decisiones en relación con su compra. Si los daños en tu encimera son reales y visibles, el atractivo de tu cocina ante los compradores puede caer. Aunque algunas quemaduras menores y grietas mínimas pueden ser reparadas, si los daños son extensos o comprometen más del 50% de la encimera, un reemplazo puede ser no solo más barato a largo plazo, sino también más conveniente.

Superficies peladas

El culo de las encimeras que se empiezan a pelar por cierto es una señal de que el daño del material es irreversible. Además, da cuenta de que la calidad del material no cumple con los estándares y del estado en que se encuentran.

Impacto en la cocina y la preparación de alimentos

En primer lugar, los problemas que afectan una superficie importante del área requieren la intervención inmediata. Por otro lado, los defectos no son solo estéticos. Las capas excretadas son un problema de higiene porque se limpian con dificultad y expuestas, contribuyen a la multiplicación de mohos y bacterias. Las superficies de las encimeras de laminado, una vez peladas, pueden ir más allá del revestimiento superior hacia un material interior más absorbente. Los resultados de las pruebas de laboratorio indican que las encimeras resfriadas pueden contener un 50% más de bacterias de lo normal y de otras encimeras de la cocina.

La vida útil y la durabilidad

Además, la calidad del material se refleja en la durabilidad de la encimera. La parte afectada es más propensa a daños en la cocina por lo que el grado de daño de una encimera es un indicador importante al evaluar su vida útil restante. En particular, es raro que una encimera disponible para una cáscara prolongada dure mucho tiempo. Finalmente, las caídas se observan con más frecuencia en cocinas mayores, con más de cinco años, debido a un mayor estrés y desgaste.

Ingresos por reparaciones y reemplazo

Además, la reparación después del gasto periódico no elimina el problema y puede ser una solución temporal, pero no sostenible. En este sentido, debe tenerse en cuenta que en el 70% de los casos, las enzimas reparadas comienzan a desmoronarse después de 2 años. Por lo tanto, cuando las encimeras se pelan, el reemplazo es la mejor solución.

Degradación de materiales

La degradación de los materiales es el signo verdaderamente concreto de que se debería reemplazar el faldón de una cocina. Si se puede detectar el desgaste en la superficie de más del 50 %, que se ha reducido de tamaño, ha cambiado su textura o degradación del material, entonces es necesario pensar ya en cambiar.

Pérdida de color

Problema frecuente al que se enfrentan los propietarios de faldones de cuarzo, granito o laminados es la pérdida de color que se produce como resultado de la exposición a la luz solar, productos químicos agresivos o la falta de cuidado. Si no está satisfecho con la uniformidad del faldón y algunas zonas que han perdido completamente su color original, esto no es solo un signo visual de cambio que, según los resultados de estudios, se absorbe más humedad y está sujeto a degradación de la estructura subyacente a través del tiempo.

Ablandamiento del material y desintegración de la superficie

Problema característico de las encimeras de madera o de piedra es el ablandamiento del material cuando algunas zonas comienzan a dividirse. Por lo general, esto se explica por la exposición prolongada al agua o al aceite que penetra y destruye el material interno. En el caso de que más del 30 % de la superficie del faldón se haya degradado de esta manera, se recomienda comenzar a buscar una nueva encimera para evitar problemas con la integridad y la salud en el futuro.

Problemas estructurales relacionados con la exposición a la humedad y al calor

La formación de hinchazón y deformación es otro signo de degradación que se manifiesta generalmente cuando el tablero de una encimera compuesto o de madera ha perdido la forma. Esto es típico para los materiales que no están sometidos regularmente al calor y a la humedad, lo que puede originar la hinchazón y la contracción a través del tiempo. Según las observaciones, las encimeras con hinchazón o deformación severa tienen una tasa de fallas del 75 % en los siguientes dos años.

Daño irreparable

Una encimera que muestre daño irreparable necesita ser reemplazada. Este tipo de daño se caracteriza por ser extenso y crítico, y su presencia puede influir tanto en la estética de la superficie de trabajo como en su funcionalidad.

Roturas grandes y fragmentación

Un indicador de que una encimera ha llegado al punto de no retorno es la presencia de grandes roturas y trozos de material que se han fragmentado y caído. Las observaciones demuestran que si más de 20% de la mesa está cubierta por rotura grande, su integridad estructural se ve seriamente comprometida y su uso se hace peligroso.

Desprendimiento de la superficie

El desprendimiento de la capa superficial de la encimera, particularmente en los materiales compuestos o tratados, es otro signo de daño irreparable. Un ejemplo común es la separación de la cubierta de la encimera de laminado tras cualquier tipo de daño. Estudios han demostrado que este fenómeno reduce la resistencia de la encimera al agua y a la humedad, mejorando así las probabilidades de daños posteriores y reduciendo la vida útil de la mesa.

Marcas de quemaduras profundas/corrosión por ácidos

Las marcas hondas causadas por la quemadura o la corrosión por el ácido que no se pueden limpiar son un signo de la irreparabilidad del daño. Si las marcas ocurren en una mesa cubriendo una porción grande de la misma y están dañando más que la apariencia de la superficie, reemplazar el artículo puede ser la única opción. Datos científicos dicen que las mesas con daños de quemadura por el ácido pueden perder hasta 50% de su valor estético y funcional.