Las manchas que no desaparecen son uno de los signos más evidentes de que es hora de reemplazar la encimera de tu cocina. Si el 60% o más de la superficie está manchada o las manchas fueron hace más de tres meses, es probable que el material ya no sea capaz de resistir la absorción de líquidos y otros contaminantes. Un ejemplo común es el derrame de vino tinto: aunque se limpie inmediatamente después, dejará una sombra permanente en una superficie de mármol o granito poroso.